Según Sigmund Freud los seres humanos tenemos una serie de etapas en las cuales nos formamos como personas y tomamos nuestras decisiones de gustos y disgustos a través de recolección de información que normalmente esta dado por la cultura en la que nos desarrollamos y decisiones arbitrarias a lo anterior.
Durante años nos hemos creído la historia de que el sexo es la que nos define nuestra sexualidad y por tal debemos tener unas características generales que nos dividen en dos géneros: femenino y masculino. Cuando se rompe este esquema no se obtiene más que una incertidumbre y rechazo a lo desconocido. El mundo nunca se prepara para la pluralidad del ser humano y por tal en varias ocasiones en donde ha intentado acabar con esas arbitrarias conjugaciones de comportamiento y estereotipo de mundo perfecto, se termina rechazando lo que nos hace diferentes, es como un miedo a al contraste, a romper con esas burbujas en las que nos mantenemos encerrados.
Antes de todo vale la pena definir algunos términos para hacer referencias en la lectura.
· Sexo: diferencias biológicas entre los varones y las mujeres, esto incluye sus órganos genitales (externos e internos).
· Sexualidad: son las manifestaciones biológicas, psicológicas y sociales relacionadas con el sexo de las personas.
· Género: es un concepto culturas que alude a la clasificación social en dos categorías: masculino y femenino
· Hombre: Ser racional perteneciente al género humano, caracterizado por su inteligencia y lenguaje, Persona de sexo masculino.
· Masculino: que está dotado de órganos para fecundar
· Femenino: dotado de órganos para ser fecundado.
· Transexual: que adopta los caracteres sexuales del sexo opuesto mediante procesos hormonales y quirúrgicos:
· Homosexual: Persona que se siente atraída por personas de su mismo sexo o que mantiene relaciones sexuales con ellas.
“¿cuándo comenzó a vestirse de mujer?
Hace ocho años. Me casé con una chica – muy buena amiga hoy en día-, vivimos muchas cosas, hasta que no me aguante a mí mismo diciéndome mentiras: yo quería ser como ella, realmente cada día me identificaba más con su forma de vivir y de ser mujer. Creo que no fue un engaño, pero fue un acto de negación. Pensaba en ser lo que la sociedad esperaba: un buen hombre.
Cuando murió mi hermana, hace diez años, me di cuenta que no tenemos la vida garantizada ni siquiera al otro día, decidí separarme y buscar lo que yo quería. Empecé a vestirme como mujer, a verme con hombres, con mujeres y a trabajar mucho. Tuve apoyo de una psicoanalista muy querida y después de eso me presentaron mi compañera de hoy. Hablamos y desde el principio fui muy sincero con ella sobre todo lo que estaba pasando y para donde iba. Ella dijo: ‘vamos juntos hasta donde nos lleve la vida.’ ” Así responde una de las preguntas Brigitte LG Baptiste (catedrático de la Universidad Javeriana en temas ambientales y rurales.) En uno de los libros de Colombia Gay: Hombre con hombre, mujer con mujer y viceversa. Él es un claro ejemplo de lo que significa que es ser transexual en un país como Colombia, claro toca advertir al lector que esto no quiere decir que sea malo o bueno tener tendencias sexuales diferentes en un país así, lo que quiero decir con esto, es que en este territorio donde nacimos, por una extraña razón se rige aun bajo conceptos neo-liberales muy conservadores, donde les gusta mostrar a la mujer y el hombre lo más lejos posible, como si fuéramos tan diferentes, aparte de algunas cualidades físicas y hormonales. También podríamos dar un claro ejemplo de lo que se convierte el cuerpo para una persona, pues no solo es la extensión de los pensamientos sino de las historias que queremos contar, o quizá como dice Judith Butler: las historias son ficticias pero por ese mismo hecho son las que abren otra línea de posibilidades, de pensamientos, que se entenderían en este punto de el ensayo como los temores de la sociedad a lo diferente.
Un claro ejemplo de lo que se convirtió el LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuados) para esta sociedad, está en la memoria del documental: El Celuloide Oculto donde a través de la historia del cine se muestra como las escenas homosexuales de las películas de Hollywood se censuraron en los años 40’s por la iglesia y esas historias se convirtieron en escenas de ficción, volviendo al homosexualismo en algo mal visto, en una enfermedad, como un gran monstruo que había que combatir.
Tiempo después en los 80’s se vuelven a mostrar, no como una enfermedad, pero si como algo que pasaba a diario: la decisión de ser quien se quiere ser. El público de las películas se salía de las salas con tal de no seguir viendo esas imágenes que no tenían nada que ver con la supuesta realidad de la que todos hacían parte. Por otro lado vale afirmar, que por una extraña razón el cuerpo femenino en escenas homosexuales se veía como algo estético pero jamás lo masculino se vería bien, aquí cabe la famosa frase “porque a un hombre siempre se le burlarán cuando lleve falda, pero una mujer siempre recibirá halagos cuando se adopte como hombre”. También sería pertinente mencionar el hecho que según el Islam la mujer estéticamente es perfecta y por tal su figura se vuelve el deseo masculino, mientras los hombres tienen cuerpos burdos, bastos, de pronto bajo esta creencias sería más facíl aceptar lo que pasa con el cuerpo femenino. Vale aclarar que el cine hace parte fundamental de la vida moderna y es una de las formas de ver el reflejo de la sociedad de la época, por tal las censuras, los castigos a las películas demuestran que tan inteligente o bruta se ha vuelto la sociedad, con tal solo la afirmación de varios de los directores de cine es “La homosexualidad casi nunca ha sido tratada en la pantalla o en las veces que se trató se presentó como algo sólo para reírse o algo para sentir lástima o algo incluso que temer”.
Colombia que según es un país con más de 27 normas en pro del grupo social LGBTI las cuales comenzaron desde 1997, según secretaría de gobierno de Bogotá, estudios demuestran que 1 de cada 10 personas tiene tendencias sexuales diferentes a las “normales” y tan solo el 37% de estas personas jamás se han sentido agredidas de ningún tipo de violencia, mientras que el otro 63% han sido agredidos, en especial por los hombre de “familia” que se sienten agredidos con este tipo de comportamientos. Por eso mismo pasan casos como los de la semana pasada, donde dos mujeres dándose demostraciones de afecto en la calle escandalizaron a un sector supuestamente familiar provocando que las sacaran del lugar por hacer cosas inapropiadas en un lugar público, mientras que cuando una persona se da cuenta que lo están robando en el transmilenio, las personas no toman la iniciativa de llamar a las autoridades.
Finamente quisiera decir que la performatividad de cada persona puede ser dada no tan solo por los que nos criaron sino también por quienes admiramos, todo lo que sentimos y pensamos se convierte en extensiones de nuestro cuerpo y por tal muchas veces nuestro cuerpo cuenta más historias de las nosotros mismo le decimos a las personas, por eso mismo también existen asesores de imagen, personas estudiadas para crear prototipos de personas, que se vuelven símbolos de poder por el simple hecho de saber cómo mover el cuerpo mientras hablas en público, caminas, te sientas… por esto mismo también los actores tienen que aprender a manejar su energía para que el público la sienta y se crea las actuaciones.
Bibliografía.
· Daniel Vicente Carrillo, la reivindicación gay frente al amor y el derecho.
· Francisco Celis Albán, Hombre con hombre, mujer con mujer y viceversa. Colombia Gay, Editorial Intermedio, Bogotá, Colombia, 2001